Cada vez que me reúno con un cliente a hablar de la administración de sus ahorros, surgen todo tipo de preguntas, principalmente sobre la mejor manera de invertirlos. Muchos tienen la esperanza de que les diga el secreto para comprar acciones del próximo Microsoft, Yahoo, o Facebook (esta última cuando aún no cotizaba en la bolsa, porque cuando salió al mercado ya no había mucho que ganar de ahí).
La idea de convertirse en una historia de éxito y amasar una enorme fortuna de la noche a la mañana resulta sumamente atractiva, lo negativo respecto a esta idea es que las probabilidades de que suceda son iguales o menores que las de ganarse la lotería. Aunque también, si eres una persona que lleva muchos años estudiando proyectos por todo el mundo, tal vez tu experiencia es tal, que es muy seguro que tus probabilidades de descubrir la siguiente historia de éxito se aumenten considerablemente. Pero piensa: ¿únicamente de obtener información electrónica desde la comodidad de tu oficina? Definitivamente eso no es razonable.
Tu asesor financiero no puede predecir el futuro ¿Cuáles son tus opciones?
Hasta donde yo te puedo informar, solo conozco una ruta: La vieja y aburrida ruta de la constancia y la paciencia, pero de hecho también es la más efectiva.
Déjame contarte una historia de una familia norteamericana que te ayudará a entender que es lo que funciona en los mercados financieros y el porque la mayoría de las personas fracasan en su intento como inversionistas.
La señora K trabajó como mecanógrafa en la década de los 50’s para lo que hoy conocemos como ExxonMobil, una de las mayores petroleras del mundo. Durante el tiempo que la señora K trabajó para esa empresa, que en ese entonces se llamaba Esso, tuvo acceso a un programa de compra de acciones el cual pagaba por medio de descuentos mensuales a su salario.
Muchos años después, en 1996 la señora K falleció y le heredó a cada uno de sus nietos 20 acciones con un valor aproximado de 1600 dolares, y una carta con instrucciones sobre que debían hacer con ellas, lo más interesante de todo esto no eran las acciones en si mismas, si no la carta.
La señora K les pidió a sus nietos 2 cosas:
- La primera fue que nunca se deshicieran de sus acciones;
- que solicitaran a ExxonMobil que los dividendos de las acciones se pagarán en especie, o sea en acciones, no en efectivo.
(De acuerdo, se que no todos ustedes conocen el concepto de dividendo, pero seguiremos hablando de este y otros conceptos, mientras tanto continuemos con la historia).
El nieto mayor, Kevin hizo caso omiso de las instrucciones, vendió las acciones y se compró una bicicleta, creo que es obvio que la bicicleta no ha aumentado de valor con el paso de los años.
Su otra nieta, Lori siguió solo la mitad de las instrucciones, ya que no vendió las acciones, pero tampoco realizo la solicitud de dividendos a Exxon, aunque la verdad esto no ha sido un mal negocio después de todo.
Actualmente posee 80 acciones con un valor en el mercado de 80,000 dolares, pero lo importante aquí es que Exxon le ha estado pagando 2,000 dolares por dividendos durante 18 años, si consideramos la apreciación que han tenido sus acciones, más los dividendos que le han pagado, Lori ha tenido un rendimiento de casi 10% anual.
Cualquier persona que pueda presumir un rendimiento de 3 puntos porcentuales por encima del índice de referencia del mercado puede considerarse una persona muy exitosa.
Y aunque Lori entendió en una buena medida el valor del regalo de su abuela cometió un error al no seguir las instrucciones al pie de la letra, ya que al no solicitar a Exxon que los dividendos se pagaran con acciones ha perdido a lo largo de los años varios miles de dolares.
Por último Bill, el menor de todos los nietos decidió apegarse por completo a las instrucciones de su abuela conservando las acciones y solicitando a Exxon que sus dividendos fueran pagados con más acciones, los resultados pueden ser observados en la siguiente tabla.
No olvides ser constante y atender los detalles.
En primer lugar hay que hacer una importante aclaración: Exxon Mobil (que tiene el código XOM en el New York Stock Exchange) realizó un par de splits a finales de la década de los 90 y principios del 2000.
Esta es una operación que las compañías que cotizan en bolsa realizan para hacer más comerciables sus acciones. Al decretar un split los acciones existentes se dividen y el accionista tiene más acciones pero como el precio también se divide se queda con la misma cantidad de dinero en total. El beneficio para la empresa es que tiene acciones menos caras y por lo mismo más accesibles para pequeños inversionistas.
ExxonMobil es el perfecto del tipo de acción que puede hacer maravillas por los ahorradores. Simplemente piensa todo lo que ha sucedido entre 1996 y el 2014. La compañía ha tenido trimestres muy buenos, donde ha superado las expectativas de los analistas, pero también ha tenido trimestres muy malos donde la acción se ha desplomado porque la empresa no ha generado las ganancias esperadas. El precio del petróleo ha sido tan bajo como 20 dólares el barril y tan alto como 140. Durante esos años estalló la burbuja de las acciones tecnológicas, pasó el 11 de septiembre, Estados Unidos se aventuró a dos guerras y tronó la crisis financiera de 2008 y 2009.
Y sin embargo, ExxonMobil sigue haciendo lo mismo, trimestre generar grandes cantidades de flujo de efectivo para sus accionistas. La razón de esto es muy sencilla. Las empresas, que tienen posiciones dominantes en un mercado, suelen mantenerse como líderes por largos periodos de tiempo. Esto es contrario a la intuición de la gran mayoría de los inversionistas individuales que se imaginan que su éxito depende de su capacidad de encontrar a la próxima Apple.
Si no quieres perder mucho dinero, hay que reconocer un hecho muy sencillo. Es casi imposible para un inversionista individual atinarle a la próxima Apple. Encontrar a una empresa como ExxonMobil no requiere más esfuerzo que pasarse unas horas navegando en Internet.
Dicho lo anterior, ahora si veamos lo que pasa con las acciones de Bill. Cada vez que XOM pagá un dividendo recibe más acciones, lo que significa que la próxima vez que se pague un dividendo recibirá aún más acciones y si esto se mantiene durante un periodo largo de tiempo termina por hacer una inversión extraordinaria.
Tristemente la gran mayoría de la gente nunca se beneficia de la re inversión de sus dividendos porque no comprende el segundo secreto que se esconde en las cartas de la Sra. K a sus nietos. El poder de no hacer nada.
Volvamos a ver la tabla. El programa de re inversión de dividendos de Bill tardó varios años en empezar a hacer una diferencia con la inversión de su hermana. De hecho, al cabo de seis años Bill solo tenía US$117 más que su hermana. Pero con el paso del tiempo, el programa se acelera, más y más.
Tiene mucho sentido si le dedicas un momento a pensarlo. En este ejemplo, tanto Lori como Bill recibirán otros 69 centavos de dólar por cada una de sus acciones el próximo agosto. Lori recibirá unos US$55 en efectivo ($0.69 por 80 acciones). Pero Bill recibirá US$85 dólares en acciones (casi una acción más al precio de hoy). Así que Bill recibirá casi US$30 dólares en valor y una acción adicional.
Esta tendencia continuará en el futuro. Mas acciones significan más dividendos. Para el año 2026, Bill tendrá muy probablemente el doble de acciones que su hermana.
No te confíes, infórmate.
Me parece que es el momento adecuado para hacer una pausa para detenerme a explicar lo que es un dividendo y cómo buscar empresas que los paguen.
En primer lugar, hay que explicar que cualquier proyecto productivo necesita dinero para realizarse. (Alguien me va a hacer bullying por decir semejante obviedad, pero esta explicación tiene que partir de los básicos). Una empresa tiene dos maneras obtener ese dinero. Conseguir socios o pedirlo prestado.
En esta ocasión, hablemos de conseguir socios. El tema de pedir prestado o emitir deuda, seguramente me dará en su momento para una semana completa de posts. En una empresa establecida al hacerse socio el inversionista compra cierto número de acciones, que reflejan su propiedad sobre una parte del capital de la sociedad. La forma en que el negocio paga al inversionista por su dinero es a través del reparto de las utilidades de la empresa. A esto se le llama pago de dividendos.
Como vimos en el ejemplo de Lori y Bill, estas utilidades se pueden repartir de diferentes maneras:
En primer lugar, como en el caso de Lori, pagando un dividendo en efectivo al accionista.
También, en la gran mayoría de las empresas que cotizan en bolsa, se pueden recibir dividendos en acciones, como lo hace Bill.
La empresa puede comprar sus propias acciones (esto es algo que estuvo prohibido por mucho tiempo) con lo que disminuye el número de acciones en circulación. Esto, caeteris paribus (todo lo demás constante como le encantaba decir a los profesores de economía) significa que el precio de las acciones debe subir y los dividendos, en efectivo y en especie serán mayores. En el pueblo de la abuela dirían que a menos burros, más olotes.
Pagar deudas, lo que permite dedicar menos dinero al pago de intereses por esas deudas y así incrementar las utilidades que se repartirán en el futuro.
Reinvertir esas utilidades en ampliar los negocios existentes o crecer hacia nuevas líneas de negocio.
Esto es algo fundamental para analizar, ya que la forma en la que se utilizan las acciones nos dicen mucho sobre el negocio en si mismo.
Por ejemplo, veamos una empresa como ExxonMobil, XOM, que lleva década tras década de pagar dividendos. Y lo que es más de incrementarlos trimestre con trimestre. Si bien XOM, por su tipo de negocio tiene que gastar muchísimo dinero en ampliar sus reservas y darle mantenimiento a la gigantesca infraestructura que se requiere para producir energéticos, genera mucho más efectivo que el que se necesita para cubrir esas necesidades. Y eso le permite premiar a sus accionistas con dividendos constantes y crecientes.
Aunque también existe el otro lado de la moneda, como es el caso de General Motors, que seguía pagando dividendos a pesar de que sus deudas seguían aumentando cada vez más.
O incluso el caso de una empresa que paga altos dividendos porque su negocio se está contrayendo y ya no encuentra oportunidades para aplicar sus recursos. En otras palabras, el simple hecho de que una empresa pague dividendos no significa que el negocio esté en buenas condiciones, y mucho menos que sea un buen lugar donde invertir tu dinero.
Será un placer atenderte. Comúnicate al siguiente teléfono 55 52 82 11 88 para que te sugiera la mejor manera de administrar tus inversiones.