Terremoto en Ciudad de México.

Algunas ideas para disminuir los efectos económicos de futuros eventos como el terremoto en Ciudad de México del 19 de septiembre de 2017.

En los últimos días hemos apoyado en todo lo que hemos podido. Ha sido impresionante el trabajo colectivo y la organización de esta sociedad ante la catástrofe de la semana pasada. 

Ya no quiero seguir recordando todo lo que he visto en los últimos días. Pero tampoco me quiero quedar de manos cruzadas. Así que me pongo a investigar algo que pueda ser de utilidad en un futuro.

Diversas medidas de prevención pueden reducir la severidad de los daños.

El terremoto del martes 19 de septiembre en la Ciudad de México, refleja lo mucho que se ha avanzado en México y en el mundo para disminuir los riesgos asociados a estos eventos. Aún en eventos mucho más intensos que el terremoto de la semana pasada en Ciudad de México, como fueron los de Tokudo, Japón con una magnitud de 9.0 y Concepción en Chile de 8.8 grados Richter, el daño fue relativamente pequeño para eventos de esa intensidad.

El establecimiento de mejores códigos de construcción ha obligado a que los edificios sean más resistentes. Asimismo, los gobiernos de la mayoría de los países con alto riesgo han invertido en construir mejor infraestructura y se han concentrado en desarrollar los sistemas de respuesta a la emergencia. Lo cual, ha permitido disminuir la magnitud del daño y el número de víctimas.

Pero aún así las pérdidas financieras pueden ser catastróficas en un evento como el terremoto de la Ciudad de México.

Si bien las medidas de control de riesgos pueden disminuir la severidad de las pérdidas, es imposible proteger por completo a los dueños de casas y negocios, especialmente de pérdidas financieras.  Los terremotos de gran poder de destrucción pueden causar una severa interrupción en la actividad económica.

Una de las formas de disminuir el impacto financiero de los terremotos es usar mecanismos de fondeo previo, como el aseguramiento.  Los seguros de terremoto proveen los recursos necesarios para la reconstrucción posterior al desastre y una pronta recuperación.

Sin embargo, la cobertura del seguro de terremoto es realmente limitada, aun en países industrializados con alto riesgo sísmico. Aunque México como un todo no se considera un país industrializado, los habitantes de la Ciudad de México si disponen de un ingreso comparable, ajustado por paridad de poder de compra, al promedio de estos países. Especialmente en las zonas que resultaron más afectadas.

En la ausencia de una significativa cobertura de seguro privado, las pérdidas derivadas de eventos como el terremoto en Ciudad de México deben ser enfrentadas en gran medida con recursos públicos. Sin embargo, la magnitud de los daños afecta severamente las finanzas de cualquier gobierno y termina por representar una carga muy pesada para los contribuyentes.

Debido a la baja frecuencia de eventos como el Terremoto en Ciudad de México el riesgo es percibido como muy bajo.

La poca difusión del seguro de terremoto y erupción volcánica demuestra que la población percibe como bajo el nivel de riesgo. En parte, esto se debe a que los temblores de gran magnitud no son frecuentes. Por lo que, las pérdidas humanas y materiales tienden a ser olvidadas pronto. Aún en lugares que han registrado eventos tan severos como la Ciudad de México o California.

Los periodos de tiempo relativamente prolongados entre un terremoto y otro, en comparación con eventos como los huracanes, hacen que la gente perciba su riesgo en un nivel mucho más bajo de lo que realmente es. Y esto parece llevar a la poca compra de protección por parte de personas y empresas.

A nivel mundial una notable excepción es Nueva Zelanda.

Desde su fundación, el país ha experimentado pocos terremotos severos.  Sin embargo, Nueva Zelanda se asienta en una región geológicamente activa y el riesgo de terremotos es muy alto.  Por lo que, conscientes de esto, las autoridades neozelandesas se han dado a la tarea de crear conciencia sobre este peligro a través de la educación de su población. También el gobierno de este país ha logrado que el seguro de terremoto para casa habitación sea obligatorio.

Estas medidas fueran puestas a prueba cuando en los años 2010 y 2011 el país fue azotado por dos terremotos severos en menos de seis meses.  Los seguros privados ayudaron a la población a recuperarse más rápidamente del impacto económico de estos eventos.

Los gobiernos pueden hacer mucho para prevenir los efectos de eventos como el Terremoto en Ciudad de México.

Las autoridades pueden hacer muchas cosas en este sentido.  Pero no en la forma de absorber los costos de las reparaciones en las propiedades de los particulares. Eso solo incentiva que la gente se desinterese de tomar mayores medidas de precaución para proteger a sus familias y a su patrimonio. 

En lugares como el Valle de México, Puebla y los estados de la costa del Pacifico, muchas vidas y una gran parte del patrimonio de las familias dependen de la capacidad del gobierno para aumentar el nivel de conciencia de la población sobre el riesgo de estos eventos.

El constante incremento en la densidad poblacional y la acumulación de propiedades de mayor valor solo hará que el impacto de los terremotos del futuro sea aún mayor.

Una importante medida para mitigar este impacto que el gobierno puede tomar es hacer el seguro de terremoto obligatorio, especialmente en zonas de alto riesgo.  Esto, junto con las medidas de protección y vigilancia de los códigos de construcción que las propias aseguradoras tendrían intereses en verificar podría ayudar a disminuir los costos para hacerlos accesible a un mayor número de personas.

Las experiencias de Japón, Nueva Zelanda y Chile han demostrado que un mercado de seguros de terremoto competitivo y accesible, puede ayudar en mucho a disminuir la vulnerabilidad económica de una población ante eventos como el terremoto en Ciudad de México.

Las aseguradoras deben trabajar, y mucho, porque las pólizas son percibidas como muy complejas.

La industria aseguradora debe tomar medidas para simplificar sus productos. 

Llegar a un mayor número de personas para darles cobertura por este riesgo, no es una decisión comercial, es una responsabilidad social. 

Como ejemplo de la complejidad de los productos tenemos que la cobertura de terremoto esta solo disponible como una cobertura adicional del seguro de incendio.  Más aún, dentro de pólizas paquete que cubren muchos riesgos que la gente no necesariamente necesita cubrir y por lo tanto no tiene porque pagar por ello. Además, normalmente se aplican una variedad de deducibles y coaseguros.  Estas limitantes en las coberturas ayudan a la rentabilidad de las compañías aseguradoras, pero crean en los consumidores la impresión de que los productos son muy complejos o simplemente ineficaces para proteger su patrimonio.  Lo cual contribuye en buena medida a la poca penetración de una muy necesaria cobertura del seguro de terremoto.

Nuestro granito de arena después del Terremoto en Ciudad de México

Normalmente me concentro en escribir sobre seguros de personas.  En B&C estamos tratando de convertirnos en el sitio de referencia donde puedas encontrar respuesta a todas tus preguntas sobre seguros personales con artículos como ¿por qué debes contratar un seguro de gastos médicos? Y Seguro de Incapacidad… Pero hay días donde uno tiene que hacer lo que pueda para ayudar a su comunidad.

Durante el resto del mes de septiembre y el mes de octubre brindaremos asesoría a cualquier persona que lo solicite sobre la cobertura del seguro de daños.  No importa que tengan sus pólizas contratadas con otra agente o deseen comprarlas a través de otros conductos.  Lo que nos interesa en aumentar la conciencia entre todos de la importancia de proteger tu patrimonio

Fuentes:

http://bit.ly/2xH1jfQ

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