Existen muchas maneras de enseñar educación financiera para niños. Usualmente la mayoría de adultos se inclinan por contar a éstos algunas historias sobre cómo ganaban, gastaban y ahorraban sus primeros ingresos. Sin embargo, un aprendizaje efectivo se logra a través de la propia experiencia.
A continuación te damos 9 consejos para hacer más fácil esta labor:
1. Haz que tus hijos se interesen tempranamente por el dinero: Desde muy pequeños (probablemente a los 3 o 4 años) muéstrales monedas y explícales de manera sencilla para qué sirven. Aprovecha estas primeras lecciones para enseñarles la diferencia entre “necesitar” y “querer”.
2. Convierte el ahorrar en un hábito: Trata de establecer reglas en cuanto a los ingresos. Por ejemplo, pide a tus hijos que ahorren el 10% del total del dinero que obtengan. Esto ayudará a que su educación financiera comience con el pie derecho.
3. Abre una cuenta de ahorros a nombre del niño: Ésta es la forma de llevar a la realidad el concepto de alcancía; así los niños sabrán que su dinero se acumula y gana dinero por sí mismo a través del interés. Planea visitas regulares al banco: el hacer partícipe a un niño en actividades de adulto lo hace sentir maduro y responsable.
4. Fomenta el establecimiento de metas: Haz que tus hijos hagan una lista de las cosas que desean, junto con un tiempo límite para cada una de ellas. También puedes incentivar el ahorro de tus hijos con un premio económico cada vez que alcancen un monto determinado.
5. Otorga una ayuda económica regularmente: Las pequeñas ayudas económicas hacen que los niños conozcan problemas de la vida real relacionados con el dinero. Se debe ser cuidadoso de no ser demasiado generoso, pero tampoco se debe retirar el apoyo sin motivo alguno o a manera de castigo, aunque desde luego tú decides el monto y la forma en la que las otorgas.
6. Ayuda a planificar un presupuesto: Promueve que tus hijos lleven un control sobre sus gastos en una libreta. Esto ayudará a que sepan si sus gastos exceden sus ingresos. Esta recomendación, por más obvia que sea, se necesita reiterar cuando se habla de educación financiera para niños. Porque es un hábito que, de no ser explicado a temprana edad, puede traer consecuencias fatales en la vida adulta.
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7. Fomenta iniciativas para conseguir dinero: Alienta a que tus hijos consigan más dinero que el que tú les otorgas. Existen tareas domésticas en casa que pueden ser realizadas a cambio de un pequeño incentivo (no confundir con obligaciones). A pesar de que muchos adolescentes consiguen sus primeros ingresos con trabajos de medio tiempo, se debe fomentar el espíritu emprendedor.
8. Muéstrales los efectos de la inflación: ¡Es una importante lección de historia para los niños! Muéstrales cualquier anuncio o documento antiguo donde se pueda apreciar el aumento de precio en las cosas que ellos disfrutan (golosinas, juguetes, boletos para el cine, etc.)
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9. Lo más importante es dar un buen comienzo: Si los conduces de manera adecuada, los buenos hábitos financieros se pueden conservar durante toda la vida. Podrías estar orgulloso u orgullosa de que a los 12 años de edad, tu hijo tenga el ahorro suficiente para comprarse una bicicleta. Igualmente, si a los 22 años de edad tu hijo se puede mudar a su primer apartamento sin tener que depender de ti o de otros préstamos.
La educación financiera para niños es un tema que debería estar integrado a los diferentes modelos educativos que existen. Sin embargo, difícilmente se encuentran programas que incluyan dichos tópicos, incluso en la edad adulta. Pero eso no debe limitarte: la educación financiera debe estar orientada desde casa.
Fuentes:
El País